martes, mayo 02, 2006

Desde la Tribuna

La Tarde del domingo pasado era una invitación a quedarse en la casa, ojalá entre las cobijas y con un café a la mano: una lluvia ligera pero constante no era propiamente el mejor aliciente para ir al estadio a pasar entre 2 y 3 horas (contando la fila) al aire libre, en un lugar con pocos sitios donde “escampar”.

Pero pudo más la pasión futbolera y la mitad del staff de “Desde la Banca” llegó al Campín alrededor de las 2 y media, dispuestos a ignorar las inclemencias del clima y disfrutar de un buen espectáculo.

Faltando 10 minutos para el comienzo del partido logramos entrar al escenario capitalino. Los registros extraoficiales hablan de 10 mil hinchas viendo el partido. Sinceramente, nunca he entendido como hacen esos cálculos, pero los hacen. Más del 70 % del estadio eran hinchas de América. Santa Fé no pasa por sus mejores días con la afición. Otro punto que puede haber llevado a los hinchas de los diablos era ver el nuevo uniforme, uno totalmente negro qué, a título personal, me gustó mucho.

A las 3 y media, luego de los respectivos himnos, empezó el partido en una cancha en un estado lamentable, como lo han comentado ampliamente los medios últimamente. Un primer tiempo más bien flojo, jugado en el medio campo sin muchas opciones para ambos equipos (un par para cada cual, por mucho) y sin un dominador claro. Mucho sacrificio, muchas ganas, pero nada de claridad. La ventaja americana llegó en una jugada aislada, en el segundo ataque de los Diablos. Un penalty claro del uruguayo Olveira le permitió al “Pepe” Moreno darle la ventaja a los escarlatas. El grito recorrió todo el estadio y los hinchas respiraron con tranquilidad. Los dos equipos necesitaban los 3 puntos. El juego siguió con los equipos atacando sin mayor orden y con un par de jugadas de peligro de Santa Fe, que no logró concretar y se fue perdedor este primer tiempo. Vale la pena recordar que los Cardenales jugaban con una nómina “mixta” ya que el Tigre Gareca estaba protegiendo a sus mejores hombres para el partido de hoy frente a las Chivas.

La charla de medio tiempo le sirvió mucho a Santa Fe, que salió dispuesto a “vencer o morir” y por eso adelantó sus líneas y controló los primeros 15 minutos, en los cuales la defensa de América se vio en muchos problemas para manejar los ataques, desordenados pero constantes, de los cardenales. Viafara empezó a erigirse como la figura.

Pero, como suele ocurrir, equipo no hace los goles los ve hacer. Y solo se necesitó que el argentino Gancedo, de muy regular partido hasta ese momento, se pusiera en la tarea 5 minutos, para organizar dos jugadas de peligro, una de las cuales terminó en el segundo gol escarlata, el segundo de Pepe. El estadio era una sola fiesta hasta que Gareca metió la pesada, en sentido figurado y literal. El Tigre decidió rearmar a su equipo e hizo los 3 cambios al tiempo, mandando al campo a Leider Preciado y a David Montoya, para tratar de remontar el marcador adverso. Y faltó poco. Con la entrada de sus figuras los cardenales inclinaron el campo de juego hacia la mitad de América, que se dedicó a despejar todos los balones que llegaban, en un trabajo defensivo perfecto. Pero en un tiro libre el balón se queda en la barrera y, después de una serie de sucesivos rebotes, Montoya logró el descuento. Los Cardenales se envalentonaron y los escarlatas vivieron sus peores momentos en el partido. La tribuna seguía recibiendo agua y viendo a Santa Fe controlar el partido, teniendo varias oportunidades de empatar, dilapidadas por sus jugadores y bien contenidas por Viafara, que se jugó un gran partido.

Pero, nuevamente, el América aprovechó el planteamiento netamente ofensivo de Santa Fe y tomó ventaja de un error defensivo para poner cifras definitivas al encuentro. En un contragolpe llegó el 3-1 y la tranquilidad a una tribuna que no dejó de apoyar nunca.

Al final del partido los jugadores fueron a devolver los aplausos que habían recibido a lo largo del partido, mientras que los hinchas veían con alegría que los Diablos ya están metidos entre los 8 primeros. La idea del titulo no parece tan lejana, después de todo. Herrera parece haber encontrado al equipo y haber definido un estilo de juego que le rinde. Esperemos que logre mantener ese nivel.

Para los Cardenales, queda la posibilidad de la Copa Libertadores hoy. El 3-0 se ve largo y casi lapidario, pero el Liverpool lo remontó en la final de la Champions del año pasado en un solo tiempo. Acá tienen todo un partido y con el apoyo (¿?) de la hinchada, que espera que Santa Fe salve algo del semestre con un buen resultado hoy.