lunes, mayo 08, 2006

Minuto 32 - Despedidas

Se van acabando los torneos y a medida que se acerca el Mundial, motivo de felicidad para todos los fanáticos del futbol, otras noticias no dejan de generar algo (mucha incluso) nostalgia. Son despedidas que no se quisieran hacer pero que se vuelven inevitables.

Se despidió Zinedine Zidane del Santiago Bernabeú, su casa durante los últimos 5 años. Y lo hizo como los grandes: marcando un gol y dejando todo en la cancha para el empate del Real y el Villarreal. El francés anunció hace un par de semanas que se retirará del fútbol activo después del mundial, donde espera comandar a Francia a otro titulo como lo hizo hace 8 años.

Zidane les deja a los aficionados merengues el recuerdo del golazo que le marcó al Bayern Leverkusen en la final de la Champions de 2002 y que a la postre se convirtió en el último título importante ganado por los merengues. Además, todos recordamos el gran mundial que se jugó en el 98, cuando con dos cabezazos suyos le dio la victoria a los galos. Se va uno de los más grandes de los últimos tiempos. Dejará un hueco muy grande en un Real Madrid en reestructuración. De resaltar la honestidad del francés: se va porque siente que no está dando lo suficiente, y así no tiene sentido seguir.
Le queda un partido a Zidane con la camiseta del Madrid, en la última fecha donde jugaran de visita. Ojala el estadio que los reciba (que les confirmo en un próximo post) le brinde una despedida como la de ayer en el Bernabeú. Zidane intercambio su camiseta con Riquelme, quién muchos especulan podría ser su reemplazo en la casa merengue. Amanecerá y veremos.

Se despidió Henrik Larsson de la afición del Barcelona, jugando el derbí barcelones el domingo en un Nou Camp asistió a celebrar el título y a despedir al sueco. No pudo marcar en su último partido ante una afición que le dio una despedida como si hubiera jugado toda la vida con los culés, a pesar de sólo haber estado dos años.

Larsson tuvo un paso de alguna manera agridulce por el Barza. Cuando empezaba a tomar nivel la temporada pasada, una lesión lo tuvo lejos de las canchas por 6 meses. Pero el equipo y la afición lo respaldaron y le dieron la fuerza para volver. El club incluso le extendió el contrato, para demostrarle que no estaba solo. Y poco a poco el sueco fue agradeciendo con goles esa confianza. Puede que no fuera un titular inamovible, pero Rikjard sabia que contaba con el sueco en todo momento. Larsson confeso después que la despedida que le brindó la fanaticada culé fue similar a la que le dio el Celtic, donde hizo toda su carrera por más de 10 años. Ojala la rompa en el Mundial.

Finalmente, se despidió el Arsenal del tradicional Highbury. Desde la próxima temporada jugará en el Emirates Stadium, con mayor capacidad y todos los adelantos tecnológicos que se quieran. En el último partido en Highbury el equipo de Wenger se dedicó a hacer lo que mejor hizo en ese gramado: goles, y muchos. Despacharon al Wigan con un 4-1.

Puede haber sido otra despedida, esta no definitiva afortunadamente: Thierry Henry jugó su último partido en Highbury y lo celebró de qe manera, marcando 3 goles. Al final del partido se agacho y besó el campo. Muchos lo tomaron como un gesto de despedida del francés hacia el equipo que lo hizo grande, debido a los rumores sobre su paso a España. Henry solo dijo que era el último partido en ese campo y que se había querido despedir de ese gramado donde se cansó de marcar goles y ganar títulos.

3 despedidas y un sólo protagonista: el balón, que nos llena de alegrías y de vez en cuando de nostalgias.